En años recientes, es
cada vez más frecuente que temas referentes al medio ambiente urbano, tales
como: contaminación atmosférica, ocupación del espacio, afectación a la capa de
ozono, pérdida de áreas verdes, calentamiento global, amenazas nucleares, entre
otros, sean considerados como problemas de interés público; la expresión de
deterioro e impacto ambiental en las ciudades es grave.
Las relaciones del
hombre con su medio, en el ecosistema de que forma parte a sido de explotación,
se ha visto que toda actividad humana genera un impacto directo sobre el
ambiente y no tomamos en cuenta si el planeta es capaz de alimentarse de esos
desechos que genera la población en general, todos sin embargo surgen porque
nuestras actividades no se adaptan a las reglas básicas de la supervivencia terrestre.
Para vivir y poder seguir viviendo; como especie humana es indispensable que
nuestros actos y productos sean social y ecológicamente digeribles.
Por un lado,
replanteando nuestros estilos de vida, marcados hoy por el consumismo
feroz, la violencia, la injusticia, el egoísmo generacional y el corto plazo;
la necesidad de ir reconstruyendo nuestros códigos de comportamiento entre
seres humanos, y entre nosotros y la naturaleza (desarrollo sostenible). La naturaleza es frágil y se hemos visto que se ha ido fracturando por
nuestra causa, y esa fractura "si es muy grave" podría eliminar la
mayor parte de nuestra población en los próximos cientos de años o aún
menos.
Debemos aprender a
vivir en armonía con el medio ambiente sin perder la calidad de vida, tomar
conciencia de cuidar los recursos de propiedad común al igual que los bienes
particulares, esto es
válido no solamente para edificios y parques públicos, sino también para
recursos compartidos como el aire, el agua, el suelo, la flora, la fauna y los
paisajes.
El derecho ambiental
surge como la necesidad de regular el impacto que el hombre por años ha estado
causando al medio ambiente y minimizar un poco tal amenaza que este ha causado,
creando un grupo de reglas que resuelven problemas relacionados con la conservación y protección del medio ambiente y de lucha contra la contaminación.
HAY QUE VALORAR LO QUE TENEMOS HOY...
PUEDE QUE MAÑANA SEA MUY TARDE...!
PUEDE QUE MAÑANA SEA MUY TARDE...!
De Ley...
http://www.arq.luz.edu.ve/personales/rcuberos/cursos/postgrado/servicios/documentos/normas/LEY_ORGANICA_DEL_AMBIENT.pdf
DESARROLLO SUSTENTABLE
La pregunta que se plantea ahora es, si la idea de desarrollo sostenible puede ser una meta en sí para la educación.
ÁREAS PROTEGIDAS
La pregunta que se plantea ahora es, si la idea de desarrollo sostenible puede ser una meta en sí para la educación.
La crítica más aguda y persistente la hace Sauvé, al decir
que la
UNESCO está colocando el desarrollo sostenible en el núcleo
del proyecto planetario de educación... [y así]... la educación ambiental se
reduce a una herramienta instrumental... al restringirla a un enfoque
naturalista del ambiente… [y sigue señalando que] … la propuesta de la educación
para el desarrollo sostenible no implica un cambio de paradigma
epistemológico, ético y estratégico, sino que representa una forma progresista
de modernidad que propone la preservación de sus valores y prácticas, y
privilegia la racionalidad instrumental mediante el saber científico y
tecnológico (Sauvé, 1999:8, 16).
Si el desarrollo sostenible en sí mismo es muy cuestionado,
no puede representar un fin y una meta de manera homogeneizada a nivel mundial
para la educación. Aparte de los serios cuestionamientos sociales, políticos y
económicos, la propuesta de una educación para el desarrollo sostenible tiene
también serios problemas conceptuales, éticos y culturales. Conceptuales,
porque el mismo concepto de desarrollo sostenible resulta demasiado ambiguo
(existen más de 70 definiciones diferentes), lo cual se presta para cualquier
interpretación. Además, al persistir en el concepto de desarrollo se sigue manteniendo
la carga economicista occidental capitalista en él. Éticos, en cuanto que la
sustentabilidad en sí, percibida como un valor supremo, es fuertemente
cuestionable. Y finalmente, cultural, en cuanto que se asume que el ejemplo
guía de desarrollo debe ser el adoptado por Occidente, sin considerar las
grandes diferencias históricas-culturales y con ello opciones diferentes de
desarrollo. Lo que muestra esta breve reflexión crítica es que se termina
aplicando una visión eurocéntrica hegemónica al aceptar el desarrollo
sostenible en la educación.
Lo que muestran estas reflexiones es que el
desarrollo sostenible no es un concepto neutral ni necesariamente “ambiental”,
sino que está cargado ideológicamente y hay muchos intereses ocultos que no
siempre quedan claros ni explícitos, reflexionar acerca de sus formas de reproducción y
aplicación, así como de sus implicaciones, si se quiere adoptar o no, la
‘educación para el desarrollo sostenible’.
En años recientes, es cada vez más frecuente que temas
referentes al medio ambiente urbano, tales como: contaminación atmosférica,
ocupación del espacio, afectación a la capa de ozono, pérdida de áreas verdes,
hacinamientos de alto riesgo e insalubres, entre otros, sean considerados como
problemas de interés público; la expresión de deterioro ambiental en las
ciudades es grave. La concentración poblacional, el consumismo, el incremento
del parque vehicular, los procesos industriales, las actividades del sector
servicios, los sistemas de transporte y otras manifestaciones de la vida
urbana, han contribuido a una situación de degradación de la naturaleza y la
calidad de vida en las ciudades. La idea de un medio ambiente en peligro, ha
pasado a formar parte de la conciencia colectiva y se refleja tanto en la ciudadanía
como en los encargados de la toma de decisiones.
Así, el urbanismo, en la búsqueda de alternativas ante la
problemática ambiental y en su pretensión de ordenar la ciudad para elevar la
calidad de vida de sus habitantes, contempla a la sostenibilidad como un
paradigma viable, toda vez que la sostenibilidad provee de una visión nueva,
pues es un concepto que pretende conjuntar la protección a los ecosistemas, la
participación social y el desarrollo económico equitativo. El desarrollo
sostenible no pone a debate la cuestión de capitalismo o socialismo; del libre
mercado o estatismo, sino que a partir del medio ambiente, propone una
revolución planificada, pacífica y gradual, que modifique el actual enfoque
económico, cultural y social de nuestra relación con la naturaleza y en las
relaciones entre la misma sociedad. Siendo que toda urbe requiere un medio
ambiente de calidad pues es en primera y última instancia su proveedor de
materias primas, así como el espacio físico en el cual se asienta; el urbanismo
se constituyó por lo tanto en uno de los principales campos de actuación e
intervención para la sostenibilidad. Se requiere entonces establecer con claridad los fines de
este desarrollo y cuál es su objetivo dentro del urbanismo, ya que hasta ahora
todo parece indicar que su principal incorporación es sólo discursiva.
La emergencia del concepto de sostenibilidad supone un nuevo
paradigma. Se debe aprender a aplicar este concepto, pues poseer ideas claras
del significado de la sostenibilidad es un factor clave en su aplicación
práctica en el urbanismo.
El desarrollo sostenible, dada su carga moral, tiene
aceptación universal, pero la unanimidad en torno al concepto no ha significado
la uniformidad de criterios para su comprensión. De hecho existen múltiples
interpretaciones, algunas son opuestas entre sí y en ocasiones no se respeta la
idea básica y se falsea el sentido original del desarrollo sostenible, por lo
que en la actualidad hay una lucha por su interpretación.
Considerando lo anterior, debe quedar claro que cuando
hablamos de desarrollo sostenible aplicado al urbanismo, al igual que en
cualquier otra actividad humana, no podemos concebirlo de manera parcial,
siempre hay tres aspectos que han de implementarse, independientemente si hay
inclinación por cierto enfoque de la sostenibilidad:
1. Sostenibilidad medioambiental: el urbanismo ha
de ocasionar el mínimo impacto sobre el medio ambiente y el espacio, debe
desarrollarse la ciudad proponiendo consumir la cantidad menor de recursos y
energía y generar la menor cantidad posible de residuos y emisiones,
este debe buscar la restauración ambiental, por lo que se debe implementar
el ordenamiento ecológico como estrategia para ordenar las actividades
económicas de la ciudad, así como el uso racional del territorio.
2. Sostenibilidad económica: el desarrollo urbano
en este aspecto debe ser económicamente viable, significa que no deberá
comprometer más recursos que los estrictamente necesarios en los proyectos de
desarrollo y a la vez éstos deben aportar una ventaja económica a la ciudad y
sus habitantes, donde evidentemente se incluye la generación de empleos y
elevar la competitividad de la urbe, con la intención de ir generando la
equidad económica entre la sociedad. Además, el desarrollo urbano debe
incorporar las tecnologías sustentables en sus construcciones e inmobiliario y
así generar oportunidades de negocio en este campo.
3. Sostenibilidad social: un proyecto urbanístico
debe contemplar al bienestar de la sociedad. Por ello se debe exigir que
cualquier proyecto urbano que se quiera denominar sostenible, responda a las
demandas sociales de su entorno, mejorando la calidad de vida de la población,
y asegurando la participación ciudadana en el diseño del proyecto. Otro punto
importante, en el sentido señalado, es que la participación de los usuarios en
la gestión de los servicios, requiere una participación directa e indirecta.
Las prácticas de la participación en la ciudadana debe de constituirse como una
parte fundamental de la sustentabilidad urbana. La participación civil no es
sólo una consulta masiva al público, debe ser la expresión del interés
mayoritario de la sociedad en el desarrollo urbano.
La integración holística en el urbanismo de las variables
ambientales, económicas y sociales, entiende que las condiciones para mejorar
la calidad de vida en la ciudad se basa en los determinantes físicos del medio
ambiente, y en el mejoramiento de las condiciones de vida humana por lo que se
requiere un progreso económico y un desarrollo social. Por lo tanto, la tarea
de hoy del urbanismo sostenible, es encontrar soluciones de asignación de
espacios físicos para la expansión urbana, de asignación de actividades
sociales y económicas y de nuevas ideas y diseño de construcción, que faciliten
la compatibilidad entre servicios ambientales de la ciudad con las acciones
humanas propias de una urbe, con la intención de minimizar los impactos
negativos de éstas en el entorno y potenciar el desarrollo social y
económico.
El concepto de "desarrollo sustentable" puede ser
manejable en su función conceptual, pero no para ser aplicable fácilmente en
procesos específicos, como es el caso del urbanismo. Se tiene que aprender a
aplicar el concepto de sostenibilidad y poseer ideas claras de su significado,
además de los distintos enfoques que existen, pues es un factor clave para su
aplicación práctica en el urbanismo.
El desarrollo sostenible es un concepto que involucra por lo
menos las dimensiones económicas, sociales y ambientales. Estas tres
dimensiones, deben estar presentes en todo proyecto de urbanismo que se ostente
como sostenible.
http://www.oei.es/divulgacioncientifica/reportajes010.htm
ÁREAS PROTEGIDAS
son espacios determinados por un Estado sujeto a un marco
legal e institucional definido para garantizar la conservación de sus
particularidades y riquezas medioambientales y culturales.
Se dividen en 5 grupos: áreas de protección de flora y
fauna, parques nacionales, áreas de protección de recursos
naturales, reserva de la biosfera y áreas de
recreación urbana. La Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN (1994) define a
las áreas protegidas como: «Una superficie de tierra o mar especialmente
dedicada a la protección y mantenimiento de la Biodiversidad y de
los recursos naturales y culturales asociados; manejada a través de medios
legales, o de otros medios efectivos».
En Venezuela...
...las Áreas Bajo Régimen de Administración
Especial (ABRAE) han sido creadas con la finalidad de preservar los recursos
forestales, hidráulicos y culturales del país, y, de manera muy particular, a
aquellos que presentan características biológicas y geográficas resaltantes; es
decir, sus bellezas naturales. En nuestro país, la creación de áreas bajo régimen de
administración especial se inició en 1937 con el establecimiento del Parque
Nacional Rancho Grande, hoy llamado Henri Pittier en homenaje a quien
fuera uno de los principales impulsores. A partir de ese momento se han
decretado un total de 43 Parques Nacionales que, en conjunto, abarcan un poco
más del catorce por ciento (14%) de la superficie total nacional.
El sistema nacional de ABRAE comprende una serie de
categorías que están enmarcadas de acuerdo a la función o interés de la zona
así declarada. Las más conocidas, a nivel general, son las siguientes:
Parque Nacional Canaima. Venezuela |
1. Parques Nacionales: Son áreas relativamente extensas
destinadas a la protección y conservación de ecosistemas de importancia
nacional, que no han sido esencialmente alteradas por la acción humana y donde
las condiciones naturales permiten realizar actividades de investigación,
educación y recreación.
Constituyen áreas de una riqueza excepcional y casi virgen
en cuanto a su flora y fauna, con ecosistemas que muchas veces son el último
reducto de especies en peligro de extinción, o bien presentan áreas de
características geológicas significativas tanto por su origen, formación o
belleza natural.
Todos los Parques Nacionales de Venezuela están bajo la
administración del Instituto Nacional de Parques(Inparques) organismo
adscrito al Ministerio del Ambiente.
Laguna de Urao. Mérida - Venezuela |
2. Monumentos Naturales: Son áreas que contienen al menos
un rasgo natural sobresaliente que pueda ser considerado como de interés
nacional. Por ejemplo, la
Cadena Oriental de Tepuyes, los Morros de San Juan, la cueva
del Guácharo, Las Tetas de María Guevara... Por lo general, son formaciones
geológicas o accidentes geográficos de una belleza o rareza excepcional que merecen
recibir una protección absoluta. En el país se han declarado un total de
treinta y seis (36) monumentos naturales que abarcan poco más de 4% de la
superficie del país.
También están las Reservas de Fauna Silvestre, las Reservas
de Biosfera, las Reservas Forestales, las Reservas Hidráulicas y las Zonas
Protectoras, por nombrar sólo algunas.
Estas son áreas de superficie limitada que, por sus peculiaridades
naturales, continentales o marinas, merecen protección y perpetuidad en su
estado original. Se les considera de interés nacional y todos los Monumentos Naturales del país están
bajo el resguardo del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES).
"Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla..."
Confusio
"Si supiera que el mundo se acabaría mañana, yo hoy plantaría un árbol"
Martín Luther King, Jr.
POR: KATERINE A. STANOVICH M.
ARQUITECTURA E IMPACTO AMBIENTAL
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